-
Los enjambres sísmicos leves a moderados pueden estar anunciando uno o dos terremotos M7.5+ en las tres brechas sísmicas más peligrosas de México
-
Residentes de la Ciudad de México perciben ‘fuertecito’ el M5.6 en la ZDF al suroeste de Huetamo Michoacán, y las autoridades lo rebajan a 5.1
Por Alex Backman para ReporteSolar.com | Última revisión y corrección Marzo 10 2019
CR NOTICIAS | Twitter @crnalexander | Telegram @crnoticias
(CRN MAR 5 2019) Continúa el enjambre sísmico en México. Conforme reportamos en el Reporte Solar Sísmico y Volcánico durante enero y febrero 2019—que habría una aumento en la sismicidad a finales de febrero y durante el mes de marzo debido a varios factores relacionados al clima espacial y sus efectos en la tierra—ahora, en la última semana entre el 26 de febrero y 4 de marzo, 630 sismos, y contando, han sacudido la República de México. La serie de sismos oscilan de leves a moderados (M4.0-5.0+) en forma de enjambres en distintos puntos desde el oeste, suroeste, sur y sureste de México, es decir, todo el pacífico mexicano al mismo tiempo. Al parecer, tanto la Placa de Cocos y la de Rivera están en movimiento.
Cómo muestra esta imagen del catálogo sísmico del SESINA de la UNAM, el marcado repunte sísmico, que inició desde el martes 26 de febrero de 2019, está comprendido de sismos en diferentes clústeres de tipo enjambre afuera de las costas de Jalisco y Colima, Michoacán (costa y zona de flexión), Guerrero (Zihuatanejo, Atoyac de Álvarez), Oaxaca (Pinotepa Nacional, Ometepec, y Salina Cruz), y el sur de Chiapas.
Del más de medio millar de sismos registrados por el Servicio Sismológico Nacional (SESINA) de la UNAM en una semana destaca un terremoto moderado a fuerte el 3 de marzo 2019 de magnitud preliminar M5.6 al suroeste de Huetamo Michoacán a las 09:25:54 (tiempo local), con epicentro Lat: 18.339°, Long: -101.425° a una profunidad de 73.6 km, en la llamada Zona de Flexión (ZDF), en donde la Placa de Cocos termina de aplanarse para luego descender hacia el manto superior de la Tierra. Este sismo en Michoacán fue rebajado a M5.3 y luego a M5.1 por el SESINA. La USGS de los Estados Unidos lo rebajo a un increíble M4.9.
¿Quieren saber la magnitud real de este sismo en Huetamo Michoacán? Fue un M6.2, y nunca fue reportado como tal.
Algo no está bien en Ciudad Universitaria mi querido Watson.
Adicionalmente, las capturas de pantalla obtenidas de las distintas aplicaciones encargadas de reportar el evento registraron otro evento ‘moderado’ hacia Zihuatanejo Guerrero hacia la peligrosa y latente Brecha de Guerrero. Incluso, el SASMEX, en su reporte del sismo muestra varias estaciones activadas hacia la costa de Guerrero en el momento del sismo. Lo cual nos lleva a la pregunta, ¿fue un solo evento o varios sismos simultáneos?
Una fuente confiable y confidencial en contacto con CR Noticias nos confirmó que el terremoto de Huetamo Michoacán no fue un solo evento sino varios sismos al mismo tiempo al sur en la costa de Michoacán y hacia Guerrero.
Nos informó que el SASMEX muestra estos sismos como un solo evento, pero es porque esconden los demás sismos y los hacen parecer que son los ‘sensores’ que se activaron cuando en realidad son enjambres de sismos simultáneos que sacuden las estaciones. La siguiente imagen es un ejemplo:
La razón, no alarmar a la población, que no cunda el pánico etc. Decirle a los mexicanos que todo está tranquilo, que vivan sus vidas como si nada pasara, que sus bienes raíces no han perdido su plusvalía etc. cuando claramente algo mayor está sucediendo y no quieren informarle al Pueblo de México y los millones de habitantes extranjeros que se encuentran en el territorio nacional. El ocultar esta información pone en riesgo a las poblaciones porque crea una falsa percepción de la realidad y entorpece la toma de decisiones estratégicas en los distintos dominios que comprenden los sectores vitales de la nación, entre ellos el sector energético.
En el evento en Michoacán, la energía generada por el sismo M5.1 (M6.2) fue en dirección hacia la Ciudad de México, similar al terremoto del 19 de septiembre de 1985, solo que logró topar y detenerse la onda en su mayoría en el poblado de Tejupilco de Hidalgo en el Estado de México, al sur de Valle de Bravo.
70 minutos después del sismo en Huetamo Michoacán, se registró otro sismo importante y menos profundo al sur de la costa de Zihuatanejo Guerrero. El sismo fue de M4.2 de magnitud a sólo 16 km de profundidad.
Otro ‘sismo’ igual de importante fue un M4.7 más o menos una hora después del M6.2 en Michoacán en Salina Cruz Oaxaca. ¡La profundidad es casi idéntica! Como dicen los estadounidenses, las fallas están ‘Locked and loaded and ready to go!’ (LALAR2GO). Es decir, están atascadas y listas para reventar.
Al parecer, la Placa de Cocos se comprimió y atascó por debajo de Michoacán y Salina Cruz. El escenario más factible es que se regresen hacia el Pacífico o se sigan subduciendo y atascando más. La ayuda para lograrlo sería un detonador como la siguiente Luna Nueva (sicigia) del 06 de marzo 2019 (ver imagen de abajo). No olvidemos que las lunas llenas y nuevas desplazan enormes cantidades de agua en los océanos sobre las placas y la Fuerza de Marea Gravitacional generada por nuestro satélite no muy natural está ligada a los terremotos. Si no lo has visto, puedes verlo en éste video que grabé en San Francisco California en diciembre de 2018.
Otra posibilidad es la alineación planetaria con la Tierra como la que habrá el 19 de marzo 2019 (ver imagen 2), la Luna llena (sicigia) del 21 de marzo en pleno equinoccio de Primavera, el acoplamiento magnético de cualquier Hoyo Coronal transecuatorial en el Sol con la Tierra, una tormenta geomagnética asociada que electrifique la Placa de Cocos lo suficiente para cambiar su composición, o una combinación de todos estos factores, logrando así que se libere la energía almacenada, se desencaje la placa y se traduzca en un terremoto de gran tamaño. Perdón, para sonar políticamente correcto, ‘un sismo de consideración’.
Un escenario que preocupa a las autoridades sísmicas, quienes en su silencio apático se niegan en advertirle a la población vía el CENAPRED del inminente peligro de que en cualquier momento se puedan presentar varios terremotos M7.0+ a corto plazo en distintos puntos de la costa del pacífico mexicano y en la Zona de Flexión. Otro escenario menos probable pero factible es que se dé un terremoto mayor M8.0+ en Michoacán o Guerrero, y otro M8.6+ en el Istmo de Tehuantepec. simultáneamente o en un espacio corto de tiempo entre sí. Si fueran simultáneos, significaría que México tendría en realidad un MERUTO M9.0.
La percepción humana del sismo súper menospreciado M5.1 (M6.2 REAL) en Huetamo Michoacán el 3 de marzo 2019 fue claro y notorio.
Luis Saldaña nos envió un video donde se muestra cómo oscila una lámpara de techo en la Ciudad de México.
Otros testimonios recolectados por CR NOTICIAS es el de Adriana Gutiérrez quien asegura que el terremoto no pudo haber sido un M5.3, como lo recibió en su móvil. Adriana, quien habita en la Ciudad de México, comenta que sus animales se han estado portando muy alterados, fuera de su comportamiento habitual, cómo si percibieran que algo mayor está por suceder.
RELACIONADO: NO TE PIERDAS LA SERIE DE CR SOBRE PREDICIÓN SÍSMICA ‘LOS ANIMALES SABEN’
¿Tienes o sabes algo que consideras debe ser noticia? Envía tus evidencias y testimonios a CRNOTICIAS vía la APP de Telegram y buscános como ‘crnoticias‘ o en la liga t.me/crnoticias.
Durante esta semana y mes súper sísmico en México, otra serie de sismos importantes, por su poca profundidad y constancia, se registraron en la Brecha de Guerrero entre Ixtapa Zihuatanejo y Acapulco en el estado de Guerrero. No rebasan los 5.0 en magnitud pero sí son percibidos por la población.
Igualmente, en el estado de Oaxaca, otra serie de temblores ha estado remeciendo prácticamente toda la costa del estado hacia el Istmo de Tehuantepec y tierra adentro, hacia Coatzacoalcos Veracruz donde se espera un terremoto de cuando menos M6.5. Los enjambres de magnitud M4.0+ en Oaxaca, al este de la Brecha de Tehuantepec, en parte se concentran en Ometepec, otra serie en la región de Pinotepa Nacional, y finalmente, en la zona más sísmicamente activa de México, en la región de Salina Cruz y Juchitán de Zaragoza, al norte en Ixtepec, y hacia el sur a lo largo del Istmo de Tehuantepec hacia la costa de Chiapas.
Si tan sólo le hicieran caso al ingeniero chiapaneco Marco Antonio Penagos Villar quien ha documentado el escenario de que México muy bien se puede partir en dos conectando el Pacífico con el Golfo de México. Esto invalidaría o cuando menos pondría e riesgo el proyecto del Tren Maya de López Obrador y su neonato gobierno ultrasocialista.
En el este de Oaxaca, en su colindancia con Chiapas, es la zona conocida como ‘la Brecha del Istmo de Tehuantepec’ (BIT), dónde, al igual que ‘la Brecha de Guerrero’ (BG), es una de las más latentes y peligrosas del país en donde los especialistas esperan un Mega Terremoto de Ruptura Total (MERUTO) en cualquier momento debido a que no ha temblado en más de 100 años.
Escenarios Catastróficos
Los puntos de constante y exagerada sismicidad en esta semana pueden estar anunciando que toda la Placa de Cocos se está moviendo, lo cual podría generar uno o varios terremotos M7.5+ en las zonas de subducción y brechas conocidas, o en su defecto, una serie de sismos intraplaca como el del 19 de septiembre 2017 en la denominada Zona de Flexión. El 19S tuvo su epicentro cerca de Atlixco Puebla, en la frontera con el estado de Morelos, fue un rompimiento mayor de la Placa de Cocos en donde se desprendió una porción de la misma hacia el manto superior de la Tierra.
La Placa de Cocos sigue flexionándose hacia el manto y tiene el potencial de más rupturas a lo largo de la Zona de Flexión desde Michoacán hasta Veracruz. Esto puede generar una combinación de mayor actividad volcánica y sísmica sin precedentes. Más si tomamos en cuenta que la Placa no se derrite hacia el manto como debe, se rompe de un jalón.
La Brecha de Michoacán
Especialistas han advertido que solo cuestión de tiempo para que la Brecha de Michoacán tenga otro terremoto como el del 19 de septiembre 1985.
Si un terremoto entre M7.5+ (sin límite de techo) sucediera en este momento en Michoacán, la energía liberada se sentiría en 17 estados de la República. Las ondas avanzarían súper sónicamente en dirección noreste hacia la Ciudad de México, pasarían por el Estado de México de forma oscilatoria e impactarían la capital del país transformándose de oscilatorio a trepidatorio. Como un plato de gelatina, la metrópolis mexica (MEME) se sacudiría de arriba hacia abajo y hacia los lados por un espacio de tiempo interminable y de pesadilla de entre 2 ½ a 3 minutos.
Una vez que el megaterremoto tope con la metrópolis más grande del mundo, las ondas telúricas se ampliarían adentro del Valle de México afectando directamente las alcaldías (antes delegaciones) de Álvaro Obregón, Cuajimalpa, Miguel Hidalgo y Cuauhtémoc. En esta última alcaldía es dónde se concentraría mayormente la energía sísmica y los hundimientos masivos de hasta un metro sucederían, no sólo en estas demarcaciones sino en toda la urbe si Cuajimalpa no resiste el impacto del terremoto.
La Brecha de Guerrero
Por otro lado, Japón y la UNAM ya han advertido sobre un inminente terremoto en la Brecha de Guerrero. Si se viene un terremoto desde la Brecha de Guerrero, desde el sur hacia la Ciudad de México, el escenario sería similar al anterior, sólo que más devastador. La razón es la distancia mucho menor que guarda Guerrero (300 km) con respecto a Michoacán (600 km).
Si tomamos la predicción hecha por el Dr. Carlos Valdés, ex Director del CENAPRED, quien en 2010 anunció públicamente que no pasarían 10 años para que truene la Brecha de Guerrero no con un terremoto sino dos terremotos de M7.5+, es decir a más tardar en el año 2020, los terremotos entrarían por Morelos afectando directamente las alcaldías de Xochimilco, Tlalpan y Coyoacán para después propagarse hacia todo el Valle de México y seguir reverberando violentamente hasta por 3 minutos.
En ese respecto, cabe mencionar que el Dr. Carlos Valdés, quien fungió como Director del Servicio Sismológico Nacional (SESINA – UNAM), y es conocido en redes sociales como ‘Dr. Sismis’, actualizó su predicción sísmica y catastrófica para México en un foro en el Senado de la República en 2018 diciendo que él no espera dos terremotos M7.5 y M7.7 en la Brecha de Guerrero sino que pronostica en un escenario que debe haber cuatro terremotos de esas magnitudes (M7.4) o ‘para los masoquistas…un 8.4.’ en la costa de Guerrero.
Brecha del Istmo de Tehuantepec
Ahora bien, el otro escenario, aunque menos mencionado en círculos abiertos, es un Megaterremoto de Ruptura Total (MERUTO) en la Brecha del Istmo Tehuantepec (BIT) al sur de Juchitán y Salina Cruz. Científicos de la UNAM no descartan un M8.6 en cualquier momento. Dicho evento entraría por Juchitán y se bifurcaría hacia Veracruz y hacia la Zona de Flexión rumbo a Puebla y la Ciudad de México. El evento, al llegar a la Ciudad de México sería oscilatorio.
Desde el terremoto M8.2 del 7 de septiembre 2017, el Istmo de Tehuantepec ha registrado decenas de miles de sismos, un aumento de 400%. Cabe mencionar que el terremoto del 7 de septiembre no fue en la BDT sino que fue un terremoto inusual en donde se rajó la Placa de Cocos en una zona donde se forman dos placas gemelas que subducen por debajo de México desde Michoacán hasta Chiapas. En Salina Cruz hay una sismicidad marcada desde el Istmo de Tehuantepec hacia Veracruz y otro vector hacia el noroeste en dirección hacia la Zona de Flexión.
El Tsunami que Viene
CIentíficos mexicanos advirtieron desde 2009 [PDF en inglés] que un MERUTO con tsunami como el gran terremoto de San Sixto en marzo de 1787 está por suceder.
El terremoto M8.2 de Chiapas del 8 de septiembre (UTC) donde se rajó y quebró la Placa de Cocos como un cristal, algo no común a esas profundidades y temperaturas, (1,100° C) no produjo un tsunami de 30 metros de altura porque el hipocentro fue en la zona de la Placa que está más tierra adentro y a una profundidad mayor. Si hubiese sido en la zona donde subduce la Placa, estaríamos hablando de un tsunami (maremoto) de 30 metros, y estaríamos lamentándonos mientras contamos entre decenas a cientos de miles víctimas mortales.
A pesar de los riesgos, México no está preparado para tsunamis de estas magnitudes. Lo único que falta es voluntad política y asignar los recursos para la mitigación de riesgos en caso de desastre por terremotos y tsunamis. Cuando menos Chiapas esté preparándose al respecto. Pero falta mucho. Me pregunto si ya trazaron las rutas de evacuación en caso de maremoto, puesto los letreros y señalamientos en dichas rutas, e instalado el sistema de alertamiento o sirenas en los municipios costeros.
Pero, la corrupción rampante y los favores políticos entregado junto con los presupuestos a los que reciben los proverbiales ‘huesos’ hace de esto un imposible ocasionando un democidio anunciado (cuando el Gobierno mata a su población en masa) sólo que en cámara lenta. Es algo retorcido y perverso si lo pensamos bien. Pero, como siempre, a ellos, a los que se embriagan del poder absoluto, se corrompen absolutamente y pierden el piso mientras las masas beben el opio de sus delirios de grandeza mesiánica quasidivina.
En cuanto a la amenaza actual, considerando el enjambre de sismos en toda la Placa en el pacífico mexicano registrados en una semana (+630) es muy probable que se presente un terremoto o serie de terremotos mayores a M7.0+ en el mes de marzo, especialmente hacia el equinoccio de primavera que coincide con una Luna Llena (sicigia) y otra alineación planetaria. Si no, como dije, 2019 es un año en donde México habrá terremotos fuertes.
El ‘worst-case-scenario’ mexicano- Un MERUTO M9.0+ como en Chile, Indonesia o Japón
Después de ver los efectos de los MERUTOS cada vez que se sigue acercando el Planeta X a la Tierra y uno de sus anillos nodales se ancla con nuestro planeta detonando terremotos colosales M9.0+, habría que prestar atención a los especialistas de la UNAM quienes esperan un MERUTO, tomando en cuenta los anuncios de Japón que México es candidato a un terremoto similar al mega terremoto de Tohoku que devastó Fukushima el 11 de marzo de 2011.
Desde luego que, desde que inicié mi investigación periodística para la serie ‘El Megaterremoto que Viene’ en el año 2005, nunca me imaginé que México es candidato a un terremoto tan colosal. Pero, siendo que ya lo validan públicamente los mismos eruditos de la materia, sólo queda decir que si lo anuncian es porque ya saben que esto va a suceder.
Así lo menciona la investigadora María Teresa Ramírez Herrera, quien, cuando trabajaba en el Instituto de Geografía (IGg) de la UNAM advirtió en una entrevista publicada en el Boletín de la UNAM desde el año 2015 que lo aprendido en Japón es que no hay una zona de subducción que no pueda generar un MERUTO. Indicó, “Esto lo subrayo porque en la zona de subducción mexicana se ha afirmado que no puede ocurrir uno así, lo mismo se decía para Indonesia y Japón, pero ocurrió”.
Advirtió sobre el riesgo real de que México tiene una Mega Falla que se extiende desde Nayarit hasta Chiapas. Indicó que tiene el potencial de moverse toda al mismo tiempo produciendo un MERUTO.
En la voz de la investigadora cito:
“En la costa del Pacífico mexicano (de Nayarit y Jalisco, hasta Chiapas) estamos en la zona de una mega falla en un límite de placas similar al de Japón; es un área de subducción que tiene una extensión aproximada de mil kilómetros y si se moviera como un solo bloque al mismo tiempo, se produciría un mega sismo que potencialmente podría alcanzar magnitud nueve.”
La mega falla mexicana (MFM) es una realidad que ha sido reportada escuetamente desde 2015 y no se comenta como un latente peligro para México, y mucho menos, se está preparando a los mexicanos para sus efectos destructivos.
Sé, de muy buena fuente, que la NASA ha contemplado estos escenarios para México. Hay estudios que sólo se distribuyen ‘in-the-know’, es decir, sólo en los círculos de poder, donde se escenifica un MEGAMERUTO M10+ y erupciones volcánicas de gran tamaño en México central. Esto ya se avisó en los círculos internos de poder en México. Sólo los selectos del Club lo saben y tienen ya planes en caso de.
Tal vez la profecía indígena del indígena de la Nación Lakota, Viento Parlante, que le entregaron sus ancestros antes de que lo matara el Illuminati está por cumplirse. Puedes leer sobre ello en mi artículo titulado ‘Antigua profecía indígena vaticina la destrucción de la Ciudad de México’ que escribí en 2013.
Es de mi opinión muy personal que el silencio de las autoridades al respecto es muestra de una complicidad casi criminal poniendo en riesgo a millones de habitantes, manteniéndolos en la ignorancia en cuanto al peligro claro que existe. México es un pueblo como ningún otro que yo conozco. Es diverso, próspero y cálido. Son un pueblo que sólo busca prosperar, vivir en paz y ser feliz en el país que consideran su hogar, pase lo que pase y venga lo que venga. Creo que el Pueblo de México está listo para saber lo que se avecina. Sólo espero que las autoridades absolutistas y los sumos sacerdotes de la dictadura científica no sirvan como cómplices del espíritu de la muerte, destrucción, la lamentación y la muy redituable reconstrucción que está por venir. Después de todo, para las sicofantes elites, como muy bien lo dijo Francis Bacon, bajo el pseudónimo de William Shakespeare, siendo que él fue uno de ‘ellos’, en su obra ‘Cómo gustéis’:
“El mundo es un teatro, y todos los hombres y mujeres son meros actores, tienen sus salidas y sus entradas; y un hombre puede representar muchos papeles.”
—William Shakespeare, ‘Como gustéis’